Musika – Música 2017 Bohemia
A lo largo de los siglos, la región de Bohemia exportó músicos a las principales cortes y capillas europeas.
Muchos de ellos contribuyeron a la evolución de la orquesta y a la madurez de la sinfonía. No en vano, la educación musical se cuidaba allí con esmero y estaba al alcance de toda la ciudadanía. Sin embargo, no puede decirse que se escribiera una música genuinamente checa…
El panorama cambió a mediados del siglo XIX, haciendo posible que, además de esta europeización de su arte, los compositores comenzaran a cultivar su fértil jardín interior y lo regaran con las dos fuentes principales de su copioso folklore: los cantos, manantial de hermosas y sentidas melodías y las danzas, plenas de vigor y ritmos atractivos.
La cosecha oreció, alimentada por el amor hacia lo autóctono y al calor del anhelo romántico, que llegó a su máxima temperatura con la rebelión de Praga de 1848. Ésta había avivado la llama de aquel fuego encendido en Francia durante la Revolución de 1789 y el primero en irradiar su luz fue Smetana, recreando toda la originalidad y el sentimiento del lenguaje musical checo. Dvořák recogió el testigo, pero su talento trascendía cualquier frontera y se posó en todo lo eslavo para proyectarse al mundo. El moravo Janáček dio una genial vuelta de tuerca al folklore de Bohemia y el alma errante de Mahler, aun siendo “tres veces apátrida”, paseó su musa checa por las principales ciudades de la época.
El corazón de Bohemia, en su color nacional y en su afán cosmopolita, late con fuerza y por siempre en su música, impulsando la fecunda inspiración de esas tierras hacia el mundo. La belleza de cien años de creatividad sonora da fe de su vitalidad y es un regalo para nuestros oídos. Disfruten.